Columna de opinión en El Espectador.

El domingo 29 de mayo se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Colombia y si algo quedó claro, es que la ciudadanía está buscando un cambio en el gobierno: Gustavo Petro, con 40.32% de votos y Rodolfo Hernández con 28.15%, son los candidatos que irán a segunda vuelta. Sin embargo, aunque ninguna de las duplas que se disputa la presidencia hace parte de partidos tradicionales, las líneas políticas de los candidatos van por caminos opuestos, lo que implica distintas visiones de país y diferentes estrategias para llegar a ello.

Ante el panorama actual y entendiendo los desafíos claves para el desarrollo del país, desde Foro consideramos que el respaldo a la Paz es un tema crucial que debe marcar estas elecciones. La Alianza Democracia en Riesgo en su Agenda por la Democracia y Participación, identifica que la falta de compromiso del actual gobierno, la persistente violencia en la política y los incumplimientos en la construcción de paz continúan siendo uno de los riesgos más visibles para la democracia. Reportes del INDEPAZ señalan que, durante el Gobierno Duque, 930 líderes y defensores de DDHH junto con 245 firmantes del Acuerdo han sido asesinados. A estas cifras, se suman 1.444 víctimas de 261 masacres. Según el quinto informe de seguimiento de ejecución a la implementación del Acuerdo, durante el periodo 2017-2020, sólo se ejecutó un 65% de lo previsto. El Comunicado de Prensa 091 de la Contraloría General de la República (2021) precisamente, estima que, bajo este ritmo de ejecución, la implementación total del Acuerdo se lograría hasta dentro de 26 años.

Ante esta problemática, la Agenda plantea propuestas que aportan a solventar los riesgos, especialmente en aquellas zonas históricamente afectadas por el conflicto. Las reformas estructurales para la no repetición, el avance de acuerdos con otros grupos al margen de la ley, la garantía de condiciones para el ejercicio de liderazgos sociales, la articulación de recursos y la generación de canales institucionales, son algunas estrategias que pueden implementarse para poner fin al conflicto y avanzar en el merecido establecimiento de la paz en Colombia.

Ahora bien, desde sus campañas y propuestas, los candidatos han dejado en claro sus posturas y líneas de acción para trabajar en esta meta. Rodolfo Hernández, pese a su contundente no al plebiscito por la Paz en el 2016, ha proclamado reiteradamente su apoyo a la implementación del Acuerdo de Paz. Aún con su actual postura, es preocupante el riesgo que implican sus propuestas para la estructura democrática y la garantía del proceso. Con estrategias como la unificación de Ministerios y el recorte del Presupuesto Nacional, queda en duda la línea de acción que tomaría Hernández en caso de llegar a la Presidencia, en tanto sus propuestas suponen un retroceso y recentralización que puede afectar directamente en la implementación del Acuerdo y la construcción de paz. Preocupa también el silencio frente a temas sensibles como persecución, amenazas y asesinatos selectivos contra líderes y defensores de DDHH.

Gustavo Petro, por otro lado, ha defendido su agenda programática y su apuesta por el respaldo al Acuerdo Final de Paz. A través de su Programa de Gobierno, ha expresado algunas estrategias transversales que contempla a las zonas más afectadas por el conflicto, las poblaciones históricamente victimizadas, la ciudadanía e incluso, el medio ambiente. Particularmente, su programa de gobierno resalta como pilar central la reforma rural integral. Además, propone la construcción de la Política Pública de paz, reconciliación y convivencia, establecido en el Acuerdo Final.

Sin importar el resultado del próximo 19 de junio, como bien lo menciona la Agenda por la Democracia y la Participación, uno de los grandes retos para el próximo presidente será contrarrestar el “enorme retraso en la aplicación del Plan Marco de Implementación y el debilitamiento de importantes elementos del Acuerdo” (Alianza Democracia en Riesgo, 2022, p.32). Por ende, desde Foro Nacional por Colombia hacemos un llamado en doble vía. A los candidatos, les pedimos reconozcan y se comprometan públicamente a implementar el Acuerdo y la construcción de paz, considerando que es un proceso continuo que requiere de medidas claras para su materialización más allá de plantear discursos eufóricos.

A la ciudadanía, le invitamos a considerar estos aspectos que resultan fundamentales para el futuro del país y que implican la posibilidad de no repetición de la violencia. Ejercer el derecho al voto de manera informada y responsable, para ir más allá y trascender las estrategias de marketing político, la información por redes y el voz a voz que corre en estas épocas electorales es indispensable. Los programas de gobierno inscritos ante la Registraduría son, sin más, el documento que traza los pasos de la próxima fórmula presidencial de este país y, por tanto, la base para el control y el seguimiento al que tenemos derecho como ciudadanos y ciudadanas. Recordemos que nuestra participación no se limita con el voto.